Muchas parejas que se quieren divorciar no saben que tienen la opción de negociar los términos de su divorcio en un acuerdo privado, y piensan que la única opción es una batalla contenciosa en la corte. Un divorcio colaborativo es la mejor opción, y casi siempre resulta en términos más favorables para los dos cónyuges – cuando es posible.
Pero a veces uno de los cónyuges no está dispuesto a negociar en buena fe, y la pareja tiene que dejar que la corte divida la propiedad matrimonial. En estas situaciones, el juez distribuye la propiedad matrimonial según los principios de la distribución equitativa. ¿Qué significa eso para usted y su familia? ¿Qué se puede esperar de una distribución equitativa?
Equitativo, no igual
Cada estado de los Estados Unidos tiene leyes diferentes sobre cómo se distribuye la propiedad matrimonial de una pareja en un divorcio decidido por una corte. En Nueva York, la propiedad matrimonial no necesariamente será divido en dos mitades iguales. Es posible que el juez ordene que uno de los cónyuges reciba una porción más grande que el otro. Una división equitativa es una división justa – no una división igual.
Cómo la corte decide las porciones
No hay una lista específica de factores que un juez mira para decidir lo que cada cónyuge recibirá. En general, el juez examina la situación financiera de cada cónyuge para decidir lo que requiere la justicia (enlace en inglés).
La situación financiera no sólo significa cuanto dinero tienen actualmente, pero también su capacidad de ganar un sueldo en el futuro. Por ejemplo, la edad, la salud, la experiencia laboral, el nivel de educación, y las necesidades financieras especiales de una persona son todos factores que influencian cuánto podrá ganar después que el vínculo financiero entre esa persona y su cónyuge se disuelve.
No hay manera de saber de antemano exactamente cómo se dividirá su propiedad matrimonial. Pero los principios de la distribución equitativa le pueden dar una idea general de lo que se puede esperar del proceso de la división de propiedad matrimonial en su divorcio.